Puede ser el tío de la persona, o el hijo de su tío, quien lo redime, o alguien quien es un pariente cercano de su familia. O, si él se ha vuelto próspero, él puede redimirlo. Él debe negociar con el hombre quien lo compró; ellos deben contar los años desde el año que él se vendió a sí mismo a su comprador hasta el año de Jubileo. El precio de su redención debe