|
\v 4 En efecto, tu degradas el respeto por Dios; tu obstruyes la devoción a Él, \v 5 por cuánto tu iniquidad enseña a tu boca; tu escoges tener la lengua de un hombre diestro. \v 6 Tu propia boca te condena, no la mía; en efecto, tus propios labios testifican en contra de ti. |